Índice de Masa Corporal vs Relación de la Circunferencia Abdominal y Talla en Pacientes de Consulta Externa del Programa de Rehabilitación Cardiaca

 

Savino P*, Zuluaga E**, Ramírez A***,  Rodríguez Y****

CORAZON

Resumen

 

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad en la población colombiana. El incremento en los niveles de sobrepeso y obesidad en el país, son una de los factores que aumentan la incidencia de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición; dentro de las cuales se encuentra la enfermedad cardiovascular, la diabetes y el síndrome metabólico. El Índice de Masa Corporal tradicionalmente se ha empleado para clasificar el sobrepeso y la obesidad, pero aunque útil inicialmente, no es preciso. La circunferencia abdominal (CA), es otra de las medidas que se toman frecuentemente para determinar la grasa visceral en el individuo, y aunque es útil, pude tener variaciones importantes en aquellas personas de corta estatura o en aquellas muy altas. Ashwell introdujo un nuevo índice, el cual es la relación de la CA y la estatura WHtR. Este es un método efectivo y simple para la tamización del riesgo cardiovascular, pues contribuye a determinar la presencia de grasa abdominal en forma individualizada y  se define como WHtR  > 0.5. De acuerdo a la  investigación de Ashwell  y llevándolo a la población total, cuando se emplea únicamente el IMC  no se detectarían 17% de los hombres y el 6% de las mujeres con riesgo cardiovascular.  En nuestro estudio cuando se practico sólo el IMC en los pacientes, se subvaloraron el 23.07 % (39/169) del total de pacientes; en el caso de los hombres fue de 23.52% (28/119) y en las mujeres de 22.0%.(11/50). Miyatake et al en su estudio mostraban que una reducción de peso corporal de 3kg correspondía a una disminución de 3.45 cm de CA en hombres y de 2.83 en mujeres. Con esta información , se sugiere introducir este nueve índice en la evaluación nutricional ambulatoria con el fin de sensibilizar la detección de los pacientes con riesgo cardiovascular y focalizar la pérdida de peso en la circunferencia abdominal, con el objeto de disminuir grasa visceral y mantener masa muscular.

 

Palabras Clave: Enfermedad Cardiovascular, Evaluación Nutricional, Índice de Masa Corporal. Circunferencia Abdominal,  Relación Circunferencia Abdominal/Talla.

 

* Patricia Savino , MBA, ND, CNSD.

** Estefanía Zuluaga, ND. Programa de Rehabilitación Cardiaca . Hospital Universitario Fundación

Santa Fe de Bogotá

*** Andrea Ramírez, MD, Candidato a Doctorado de la Universidad Federal de Pelotas en Brazil.

**** Yolanda Rodríguez, Jefe del Departamento de Nutrición. Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá

 

Abstract

Cardiovascular disease is the leading cause of death in the Colombian population. The rising levels of overweight and obesity in our country are one of the main factors that increase the incidence of noncommunicable diseases related to nutrition. These are: cardiovascular disease, diabetes and metabolic syndrome. The Body Mass Index traditionally has been used to classify overweight and obesity, but although initially useful, is not precise. The abdominal circumference (AC) is another measure that is often taken to determine visceral fat; even though it provides important information, it could have significant variations mainly in those with very low or very high stature. Lately, Ashwell introduced a new index, which is the ratio of CA and height WHtR. This is an effective and simple method for screening cardiovascular risk as it helps determine the  presence of abdominal fat with a personalized measurement. It is defined as WHtR> 0.5. According to Ashwell’s research and taking into account the total population, when BMI is used by itself 17% of men and 6% of women with cardiovascular risk were not detected. In our study, when we only used BMI, 23.07% (39/169) of the patients were under diagnosed about the risk of cardiovascular disease; 23.52% (28/119) in the case of men and 22.0% in women (11/50). Miyatake et al. showed in their study that a reduction of 3 kg body weight was correspondent to a reduced of AC of 3.45 cm in men and 2.83 for women. With this information, this index for the nutrition outpatient assessment should be introduced. Doing this will  increase the detection of patients with cardiovascular risk and target weight loss in the abdominal circumference, motivating patients to  reduce visceral fat and maintain muscle mass.

 

Keywords: Cardiovascular Disease, Nutritional Assessment, Body Mass Index, Abdominal Circumference, Abdominal Circumference Ratio/Height.

 

 

 

Introducción

La Organización Mundial de la Salud (OMS ha estimado que para el año 2015, aproximadamente, 2300 millones de adultos presentan sobrepeso y 700 millones serán obesos(1,2). En el caso de Colombia, según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia 2010 ( ENSIN), en la población entre 18 – 64 años el 34,6% presenta sobrepeso y el 16,5% obesidad, para un total del 51,1% , con un incremento de 5,3% al compararse con el reporte del 2005 (3).

A nivel global, la prevalencia de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición (ENTRN) han crecido en forma alarmante. La OMS estima que en los próximos años se convertirán en las principales causas globales de morbilidad y mortalidad, y consideran que, para el 2020, dos tercios de la población mundial sufrirán de estas enfermedades generadas, en su mayoría, por una alimentación desequilibrada. Cerca de 1,8 millones de personas mueren cada año por enfermedad cardiovascular, cuyo principal origen son la diabetes y la hipertensión arterial causadas por el sobrepeso y la obesidad (4). El síndrome metabólico es otra de las ENTRN e interactúa con la obesidad (adiposidad central) y la propensión metabólica endógena, caracterizada por la resistencia a la insulina. Cuando una persona presenta síndrome metabólico, tiene el doble de probabilidades de riesgo de sufrir de enfermedad cardiovascular y cinco veces más de presentar diabetes de tipo 2 (5). Evidentemente, la enfermedad como tal y los mecanismos que conllevan a su aparición, son multifactoriales. Una dieta inadecuada durante el periodo de desarrollo favorece la aparición del síndrome metabólico y de la enfermedad cardiovascular durante la edad adulta. En Colombia, la primeras causas de muerte natural  en su orden son: la enfermedad coronaria, el infarto, la enfermedad pulmonar, la influenza/neumonía y la diabetes (6). Se han comenzado a estudiar los factores hereditarios, tales como la alteración bioquímica de las mitocondrias y la modulación epigenética de los genes metabólicos clave, pero aún se requiere mayor investigación antes de que estos procesos puedan ser manipulados para brindar estrategias terapéuticas.

El Índice de Masa Muscular (IMC)  se estima por la proporción de peso sobre la talla, expresado en kilogramos por metro cuadrado (7).. Es el más utilizado para clasificar la obesidad, la cual se define por el exceso de grasa corporal.  Se ha relacionado el IMC con la morbi-mortalidad, inclusive varios estudios prospectivos  han reportado una curva en forma de J la cual se correlaciona con las diferentes categorías de IMC, bajo de peso, normal, sobrepeso y los diferentes niveles de  obesidad (8,9,10). Sin embargo existen otros factores que se deben considerar en forma integral  y que influyen en la morbimortalidad antes de llegar a una conclusión definitiva , como son la presencia de otros factores que pueden influir para tener un IMC bajo o alto.  Por ejemplo el tabaquismo que puede generar una disminución de peso y por consiguiente un IMC disminuido o un IMC elevado  secundario a una actividad física incrementada, como en el caso de un deportista (11,12).

La circunferencia abdominal (CA)es otra de las medidas que se utiliza para identificar el riesgo individual acerca de los efectos adversos de la obesidad. Una de las razones es que la CA proporciona información independiente al IMC y además es un mejor predictor de la grasa visceral abdominal que otras medidas de adiposidad, Según Bouchard (13) la CA se correlaciona fuertemente con el IMC (r.093), cuestionando la utilidad de realizar una CA, una vez teniendo la información del BMI. Aún así, en algunos casos la CA parece asociarse mejor entre el exceso de adiposidad y la morbimortalidad.

Ashwell (14, 15), por otra parte considera que la relación de CA y estatura  (WHtR) es un método efectivo y simple para la tamización del riesgo cardiovascular, pues contribuye a determinar la presencia de grasa abdominal en forma más individualizada. la cual se define como WHtR   >0.5. De acuerdo a su investigación y llevándolo a la población total, cuando se emplea únicamente el IMC  no se detectarían 17% de los hombres y el 6% de las mujeres con riesgo cardiovascular.

El IMC puede estar en niveles altos por incremento de la masa muscular o puede aparentemente ser normal, pero la distribución de la grasa del individuo puede ser central, incrementando el riesgo cardiovascular (15).

Las recomendaciones nutricionales son  parte integral del tratamiento debido a que nutrición es un factor importante que contribuye a prevenir o desarrollar la enfermedad cardiovascular. La detección del riesgo, mediante un método preciso como la WHtR, y el poder establecer metas precisas y tangibles acerca de la reducción de peso que apunten hacia la disminución de la grasa corporal (principalmente la abdominal) y con un incremento en la masa muscular;  deben ser  el objetivo de un tratamiento individualizado.

 

 

Materiales y Métodos

Se analizaron retrospectivamente 176 pacientes quienes atendieron la consulta nutricional de Rehabilitación Cardiaca del Departamento de Nutrición de la Fundación Santa Fe de Bogotá desde Enero a Diciembre del 2013. A los pacientes se le realizó una evaluación nutricional que consistía en medición de la talla, peso, circunferencia brazo, espesor pliegue tríceps, circunferencia abdominal y se determinó el IMC. En un análisis posterior se realizó el análisis de la WHtR, con el objeto de compararlo con el IMC y ver su aplicabilidad e importancia clínica.

Durante la consulta nutricional se le preguntó al paciente acerca de los hábitos alimentarios y tabaquismo, dándose  las recomendaciones nutricionales pertinentes.

 

 

 

 

 

Resultados

Se evaluaron 176 pacientes de los cuales el 31.25% eran de sexo femenino y el 68.75% masculino. La talla de los pacientes presentaba una media de 164.46 (STD 9.46) . La edad tenía una media de 63.98 años, el peso actual de 72.76, el IMC de 26.81 (STD 3.47), la circunferencia del brazo (CB) de 32( STD 3.25), el pliegue del tríceps 17.23mm (STD 5.40), la circunferencia media del brazo(CMB) de 32 cm (STD 3.25), la circunferencia abdominal (CA) de 95.99 cm (STD 12.40) y la proporción estatura y CA  (WHtR) fue de 0.58 (STD 0.07)(Tabla No1).

Cuando se realizó el análisis por sexo, se  analizaron 121 pacientes masculinos los cuales tenían un rango de edad entre los 28 a los 92 años con una media de 63.66 ( STD 11.26).  Los promedios para  talla eran de 168.90 cm (STD 6.86), para peso actual de 76.69 (STD 12.07) con un IMC de 26.82 (STD 3.36), la CA fue de 99.06 (STD 9.49), y la WHtR fue de 0.59 (STD 0.06) ( Tabla No2).

Se estudiaron 55 pacientes femeninas con un rango de edad entre los 16 a los 86 años con una media de 64.69 (STD16.13). Con respecto a la talla el rango estaba entre 141 a 174 cm y una media de 154.69 cm (STD 6.79). La media del peso actual fue de 64.08 (STD 9.60), con un IMC de 26.78 ( STD 3.74), una CA de 90.75 (STD 11.00), y la WHtR fue de 0.59 (STD 0.07) , Tabla No 3.

La relación entre el WHtR y el IMC mostró que en el 23.07 % (39/169) de los pacientes  hubieran sido clasificados como normales si sólo se hubiera tenido en cuenta el IMC. En el caso de los hombres fue de 23.52% (28/119) y en las mujeres de 22.0%.(11/50).

En los análisis estadísticos descriptivos se correlacionaron los valores  de  IMC correspondientes a las categorías de exceso de peso (sobrepeso y obesidad) y los diagnósticos médicos, se encontró  que el 80.3% de los pacientes  presentaba enfermedad cardiovascular, dislipidemia,  y/o diabetes, lo cuál refleja las patologías esperadas en un grupo de pacientes en rehabilitación cardiaca.

 

Discusión

 

Este análisis longitudinal descriptivo retrospectivo de  los pacientes que asisten a la consulta externa de nutrición y pertenecen al grupo de rehabilitación cardiaca, encontramos información interesante acerca de la información antropométrica de nuestros pacientes colombianos. Comenzando con la estatura del grupo general donde podemos ver que el promedio es de 164.46 cm (STD 9.49), para hombres es de 168.90 (STD 6.86) y para mujeres es de 154.69 (STD 6.79). De igual manera, cuando se observa el peso actual para el grupo general es  de 72.76 (STD 12.76), hombres de 76.69 (STD 12.76), y mujeres de 64.08 (STD 9.60). Cuando se analizan estos datos vemos que definitivamente nuestra población tiene medias de peso y estatura mucho menores a las reportadas para otros países, entre ellos Estados Unidos de Norteamérica (EU) (16.17).La estatura  promedio de hombre en EU es en promedio de 176.02  cm, 7.2 cm más que el promedio de este grupo de pacientes.  En las mujeres la estatura para EU es de 162.05 cm . 7.34 cm más que el promedio de los pacientes de este estudio. La diferenciación en peso es mucho mayor siendo de 88.7kg en hombres EU y 75.4kg en mujeres EU, mucho más que en  la población del estudio, la cual es de 77 kg  y 64 k respectivamente; con una diferencia de 11.7 kg para los hombres y 11.4 kg para las mujeres.

Los requerimientos calóricos del individuo se basan en los datos antropométricos. Los datos de la Encuesta Nacional de la situación Nutricional en Colombia (ENSIN) 2005, muestran  que la estatura para el adulto masculino entre 18 a 64 años varía entre 164 a 169 cm y para las mujeres es de 151 a 156 cm; datos que están en la misma línea de los encontrados en este grupo de pacientes (3). La CA en este mismo grupo de población varía entre 76.7 a 92 cm en hombres y entre 73.3 a 88 cm en mujeres. Cuando se estima por promedio cual es la proporción CA: Estatura (WHtr) encontramos que a partir de los 28 años esta proporción es > 0.5 indicándonos que a partir de este punto la población empieza ha encontrarse con riesgo cardiovascular.

 

La recomendación diaria para la población colombiana  están en un promedio de 2,900 kcal para los hombres y 2,167 kcal para las mujeres (15), proporcionando una cantidad calórica mucho mayor por peso ideal para nuestra población. La estimación del gasto energético se puede realizar a través de la fórmula del pulgar, la cual es entre 20 – 25 kcal /kg de peso para una actividad de leve a moderada (18). Por lo tanto cuando multiplicamos el peso ideal por el requerimiento calórico, encontramos que se encuentra entre 1100 a 1738  Kcal /día, lejos de las recomendadas para la población colombiana. Por lo tanto es importante estimar en forma individual en los pacientes ambulatorios las necesidades calóricas y educarlos al respecto, con el fin de lograr el consumo ideal de calorías, evitando el incremento del peso.

 

El IMC  es una de las medidas tomadas de rutina, con el objetivo de establecer el estado nutricional del paciente. Sin embargo, si bien es cierto que es una información muy útil para un tamización inicial, existen circunstancias en las cuales no es preciso, como por ejemplo en los deportistas o en aquellas personas que tienen una concentración de tejido graso en la cintura y no una distribución proporcional de la grasa corporal. Existen  estudios  donde se relaciona el IMC y  los índices de mortalidad, en ellos muestran una curva en forma de J,  donde las personas que tienen un IMC menor de 20 o mayor de 25 tienen una mortalidad mayor, esto también está sujeto a variaciones dependiendo del país de origen (12,19) . Sin embargo,  es necesario profundizar en esta información, obteniendo datos que aclaren las posibles  causas de las alteraciones del peso, como por ejemplo  las enfermedades desgastantes como el cáncer, la presencia de enfermedad cardiovascular, el tabaquismo, el alcohol, el nivel educativo y el ejercicio. Otra de las situaciones que puede ocurrir es en aquellas personas que alcanzan un IMC normal por  exceso de cigarrillo, lo cual inmediatamente cancelaría el beneficio de un IMC normal. Existen casos en que el IMC se encuentra elevado por  masa muscular;  en ellos existe una mayor tolerancia  a un IMC mayor; en ellos aunque el IMC no está en la normalidad, su pronostico de morbimortalidad es menor que en aquellos que presentan un IMC normal, pero no hacen ejercicio y fuman.

Los resultados del IMC en nuestros pacientes fue de 26.82 (STD 3.36) para los hombres y de 26.78 (STD 3.74) para las mujeres, clasificándolos en sobrepeso. Este resultado se espera ya que los pacientes se encuentran en un programa integral dentro del cual la nutrición juega un papel fundamental y los pacientes  reciben tanto educación como recomendaciones nutricionales. Cuando se correlacionó con otras patologías se encontró que los pacientes con dislipidemia, el IMC fue de 26.56 (STD 3.11); los de enfermedad cardiovascular tuvieron un IMC de 27.02 (STD 3.47) y aquellos con  diabetes mellitus el  IMC fue de 28.238 (STD 3.16). Como se puede observar el IMC se encuentra elevado en las tres patologías, siendo mayor para los pacientes con diabetes mellitus, tal como se encuentra reportado en la literatura (20,21,22). Estas patologías forman parte de ENTRN  las cuales son generadas por la presencia de sobrepeso y obesidad y ceden con tratamiento y recomendaciones nutricionales con disminución de peso. Especialmente es clara la relación entre la mejoría de la diabetes mellitus secundaria a la disminución de peso, debido a que alrededor del 90% de los casos de diabetes tipo 2 es atribuida al exceso de peso.

La medición de la CA  es una alternativa tanto para la determinación del sobrepeso y la obesidad como para establecer el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes , cáncer y consecuentemente  el incremento en la mortalidad (23). El “Nurse Health Study”(24),  que es uno de los más grandes y extensos estudios de investigación que se han realizado hasta el momento, se medía la circunferencia abdominal y la relacionaba con la muerte por enfermedades del corazón, cáncer, o cualquier otra causa en mujeres de mediana edad.  Al comienzo del estudio, las 44,000 mujeres voluntarias se encontraban en buen estado de salud. A todas ellas se les midió el tamaño de la cintura y de la cadera.  Transcurridos 16 años, la mujeres que obtuvieron tamaños de cintura ≥ 88.9 cm tuvieron casi el doble de riesgo de morir por enfermedades del corazón, comparados con las mujeres que presentaban menos de 71 cm. En nuestro estudio, infortunadamente la media en el tamaño de la cintura encontrado fue de 90.75 (STD 11.00) mostrando un riesgo de morbimortalidad elevado en el grupo femenino de nuestros pacientes. Si tomamos la clasificación realizada por Lean (25), la cual posteriormente fue adoptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los puntos de corte para la mujer eran: 80cm para riesgo bajo, 80 – 87 cm para riesgo incrementado y   ≥ 88  para riesgo substancialmente incrementado.  En el caso de los pacientes de sexo masculino, el riesgo bajo era para < 94 cm, 94 -101 cm riesgo incrementado y  ≥ 102 para riesgo substancialmente incrementado. En el caso de nuestro estudio, los pacientes hombres tenían una media de  99.06 (STD 9.49), por lo tanto con un riesgo incrementado.

Aunque el IMC y la CA se encuentran altamente correlacionados, estos parámetros miden la grasa corporal desde puntos de vista diferentes. El IMC tiende a indicar la acumulación de tejido graso corporal,  sin precisar la distribución de la misma, como tampoco puede diferenciar  el tejido graso del muscular.  Por otra parte la CA  es un indicador de la adiposidad abdominal  y es un mejor predictor de la grasa visceral tanto en mujeres como en hombres blancos (26).  Sin embargo el IMC y la CA se encuentran altamente asociados. Los valores incrementados de CA se encuentran relacionados a un mayor riesgo tanto de enfermedad cardiovascular como de diabetes mellitus, mucho más que IMC por si sólo. (27) Aún así, estos dos parámetros no son mutualmente excluyentes y desde el punto de vista clínico conocer los dos es más favorable, debido a que se pueden tener pacientes que presentan un IMC normal pero en quienes su CA  se encuentra incrementada. Según  Cerhan et al , en un estudio publicado recientemente con 650,000 pacientes adultos de raza blanca, un valor alto de la CA se asociaba positivamente con una mayor mortalidad, independientemente del valor del IMC; este  último podía variar entre 20 – 50 kg/m2. Por lo tanto la CA se debe evaluar en combinación con el IMC como parte de la evaluación de riesgo de mortalidad prematura asociada a la obesidad (28,29).

Ashwell y Gibson (29) han resaltado la importancia de emplear la proporción Talla y CA  (WHtR). Según ellos evaluando únicamente el IMC se dejarían de tener en cuenta el 35% de los hombres y el 14% de las mujeres quienes a pesar de  presentar un IMC normal (18.5 – 25 kg/m2) tienen distribución de grasa central, definiéndose esta como un WHtR>0.5.  Cuando se compara el IMC con el WHtR, este último presenta una mayor asociación con riesgo de enfermedad cardiovascular, tanto en hombres como en mujeres. Para Ashwell la WHtR es una forma de tamización sencilla, efectiva y no invasiva  para determinar si existen factores de riesgo cardiovascular. Además propone el límite de 0.5, el cual puede ser traducido como un mensaje  sencillo de salud pública: “ Mantenga la CA a menos de la mitad de su talla”. En nuestro estudio encontramos que la WHtr  tanto para la población general, como para hombres y mujeres se encontraba en 0.59 y 0.58 respectivamente; encontrándose por encima del valor normal y mostrando el riesgo incrementado para enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus y síndrome metabólico.

Cuando los pacientes se clasificaron únicamente por el IMC, se dejaron de detectar el 18.75% que hubieran salido con riesgo si se hubieran clasificado por el WHtR.

Por lo tanto, nuestra recomendación es  incorporar la realización de éste índice y determinar cual es la medición ideal de la circunferencia abdominal. Esto con el objeto de para establecer un objetivo específico y tangible para el paciente, tanto en cuanto debe ser la medida ideal de la CA , como en el número de kilos que el paciente debe bajar. Miyatake et al (30), realizaron un estudio en 2,635 japoneses (40.2 ± 1.2 años), donde se mostraba que en hombres una reducción de peso corporal de 3kg correspondía a una disminución de 3.45cm de CA y en mujeres de 2.83cm. Esta relación nos facilita el poder darle una indicación precisa al paciente acerca de su objetivo nutricional terapéutico, reforzando la necesidad de la reducción de peso focalizada en la reducción de la CA para la disminución de la grasa visceral.

 

Conclusión

 

La WHtR es un indicador más preciso de la presencia de grasa visceral y por lo tanto de riesgo cardiovascular y metabólico. La incorporación de esta medición en la consulta nutricional  ayuda a una detección temprana de los  pacientes en riesgo y facilita el establecimiento de los objetivos nutricionales.

 

Tabla 1. Características y resultados antropométricos de los pacientes

 

 

n*

Mínimo

Máximo

Media

DS

Edad

176

16.0

92.0

64.0

12.9

Talla

176

141.0

185.0

164.5

9.5

Peso Actual

176

44.8

126.0

72.8

12.8

IMC

176

18.8

39.3

26.8

3.5

Circunferencia Brazo

176

23.6

45.0

32.0

3.3

Espesor Pliegue Tríceps

174

4.0

35.0

17.2

5.4

Circunferencia Muscular Brazo

174

18.1

37.0

26.5

2.7

Circunferencia Abdominal

169

11.5

136.0

96.0

12.4

Proporción estatura: CA (WHtr)

169

0.1

0.8

0.6

0.1

*n total es 176. Si no suma el n es por datos faltantes.

 

 

 

 

Tabla 2. Estadísticos descriptivos de hombres

n*

Mínimo

Máximo

Media

DS

Edad

121

28.0

92.0

63.7

11.3

Talla

121

150.0

185.0

168.9

6.9

Peso Actual

121

54.3

126.0

76.7

12.1

IMC

121

20.1

39.3

26.8

3.4

Circunferencia Brazo

121

23.6

45.0

32.3

3.3

Espesor Pliegue Tríceps

120

4.0

35.0

15.8

5.1

Circunferencia Muscular Brazo

120

22.1

37.0

27.2

2.4

Circunferencia Abdominal

119

78.8

136.0

99.1

9.5

Proporción estatura: CA (WHtr)

119

0.5

0.8

0.6

0.1

*n total es 121. Si no suma el n es por datos faltantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tabla 3. Estadísticos descriptivos de mujeres

n*

Mínimo

Máximo

Media

DS

Edad

55

16.0

86.0

64.7

16.1

Talla

55

141.0

174.0

154.7

6.8

Peso Actual

55

44.8

84.5

64.1

9.6

IMC

55

18.8

37.1

26.8

3.7

Circunferencia Brazo

55

24.7

38.5

31.3

3.2

Espesor Pliegue Tríceps

54

10.0

34.0

20.4

4.8

Circunferencia Muscular Brazo

54

18.1

31.2

24.7

2.5

Circunferencia Abdominal

50

60.0

120.9

90.8

11.0

Proporción estatura: CA (WHtr)

50

0.4

0.8

0.6

0.1

*n total es 55. Si no suma el n es por datos faltantes.

 

Tabla 4. Diagnósticos de los pacientes  
Diagnóstico*

%

Enfermedades cardiovasculares

80.30%

Otros Diagnósticos

19.70%

*Pregunta de selección múltiple, no suma n=176

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Referencias

1)     World Health Organization. Obesity and overweight.Geneva: WHO;2006. Fecha de consulta: 30 de abril 2009. Disponible en: htpp://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/en/print.html.

2)     Centers for Disease Control and Prevention. NCHS- Health E Stats. Prevalence of overweight, obesity and extreme obesity among adults: United States trends 1960-62 through 2007-2008. June 2010. Fecha de consulta: 20 de febrero de 2012. Disponible en: htpp://www.cdc.gov/nchs/data/hestat/obesity_adult_07_08/ obesity_adult_07_08.pdf.

3)     Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Encuesta Nacional de la

Situación Nutricional en Colombia 2005. Panamericana Formas e Impresos, S.A.

Bogotá;2006. p. 80-81.

4)     Organización Panamericana de la Salud. Salud en las Américas 2007. Volumen II. Países. Fecha de consulta: 21 de marzo de 2010.Disponible en: htpp://www.crid.or.cr/digitalización/pdf/spa/doc16712/doc16712.htm.

5)     Grundy S. Does a diagnosis of metabolic syndrome have value in clinical practice? Am J Clin Nutr.2006;83:1248-51.

6)     Worldhealthrankings. Total 50 causes of death. 2010. Fecha de consulta: 16 de febrero de 2012. Disponible en: http://www.worldlifeexpectancy.com/country-health-profile/colombia.

7)     Keys A, Fidanza F, KarvonenM, Kimiua N, Taylor H, Indices of relative weight and obesity. J Chronic Dis. 1972;25:329-343.

8)     Poirier P, Giles TD, Bray GA, Hong Y, Stern JS, Pi-Sunyer FX, Eckel

RH; American Heart Association; Obesity Committee of the Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism. Obesity and cardiovascular disease: pathophysiology, evaluation, and effect of weight loss: an update of the 1997 American Heart Association Scientific Statement on Obesity and Heart Disease from the Obesity Committee of the Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism. Circulation. 2006;113: 898–918.

9) Klein S, Burke LE, Bray GA, Blair S, Allison DB, Pi-Sunyer X, HongY, Eckel RH; American Heart Association Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism. Clinical implications of obesity with specific focus on cardiovascular disease: a statement for professionals from the American Heart Association Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism: endorsed by the American College of Cardiology Foundation. Circulation. 2004; 110:2952–2967.

10) Cornier MA, Despre´s J, Davis N, Grossniklaus D, Klein S, Lamarche B,

Lopez-Jimenez F, Rao G, St-Onge M, Towfighi A, Poirier P; American Heart Association  Obesity Committee of the Council on Nutrition; Physical Activity and Metabolism; Council on Arteriosclerosis; Thrombosis and Vascular Biology; Council on Cardiovascular Disease in the Young; Council on Cardiovascular Radiology and Intervention; Council on Cardiovascular Nursing, Council on Epidemiology and Prevention; Council on the Kidney in Cardiovascular Disease, and Stroke Council. Assessing adiposity: a scientific statement from the American Heart Association. Circulation. 2011; 124: 1996 –2019.

11) Després J. Body fat distribution and risk of cardiovascular disease: an update. Circulation. 2012; 126: 1301 -1313.

12) Berrington de Gonzalez A, Hartge P, Cerhan J, Flint AJ, Hannan L,

Macinnis R, et al. Body-mass index and mortality among 1.46 million white

adults. N Engl J Med. 2010; 363:2211–2219.

13) Bouchard C. BMI, fat mass, abdominal adiposity and visceral fat: where is the “beef”? Int J  Obes (London). 2007; 31: 1552–1553.

14)) Waist to height ratio is a simple and effective obesity screening tool for cardiovascular risk factors: Analysis of Data from the British National Diet and nutrition survey of adults aged 19 – 64 years. Obes Facts 2009;2:97 – 103

15) Ashwell M, Gibson S. Waist to height ratio is a simple and effective obesity screening tool for cardiovascular risk factors: Analysis of data from the British national diet and nutrition survey of adults aged 19 – 64 years. Obes Facts 2009; 2:97-103.

16) ICBF, Recomendaciones de consumo diario de calorías y nutrients para la población colombiana, 1992.

1714) Centers for Diseases Control and Prevention (CDC). Body Measurements. Noviembre 2012. Fecha de consulta: 30 de junio de 2014. Disponible en: http://www.cdc.gov/nchs/fastats/body-measurements.htm.

18) Schlein K Coulter S. Best practices for determining resting energy expenditure in critically ill adults. Nutr Clin Pract. 2014; 29: (1) 44-55.

19) Zheng W, Mc Lerran D, Rolland B, Zhang X, Inoue M, Matsuo K, et al. Association between body-mass index and risk of death in more tan 1 million Asians. N Engl J Med 2011;364:719-29.

20) Hossain P, Kawar B, El Nahas M. Obesity and diabetes in thedeveloping world. A growing challenge. N Engl J Med.2007;356:213-5.

21) Gregg EW, Chen H, Wagenknecht LE, et al. Association of an intensive lifestyle intervention with remission of type 2 diabetes. JAMA 2012; 308:2489-96.

22) The Look AHEAD Research Group. Cardiovascular effects of intensive lifestyle intervention in type 2 diabetes. N Eng J Med. 2013; 369:145-54.

23) Lutsey P, Pereira M, Bertoni A, Kandula N, Jacobs D. Interactions between race/ethnicity and anthropometry in risk of incident diabetes. The multi-ethnic study of atherosclerosis. Am J Epidemiol. 2010; 172: 197 – 204.

24) Zhang C, Rexrode KM, van Dam RM, Li TY, Hu FB. Abdominal obesity and the risk of all-cause, cardiovascular, and cancer mortality: sixteen years of follow-up in US women. Circulation. 2008;117:1658-67.

25) Lean ME, Han TS, Morrison CE. Waist circumference as a measure for

indicating need for weight management. BMJ 1995;311:158–61

26) Janssen I, Katzmarzyk PT, Ross R. Body mass index, waist circumference,

and health risk: evidence in support of current National Institutes of Health guidelines. Arch Intern Med 2002;162:2074 –9.

27) Klein S, Allison D, Heymsfield S. Kelley D, Leibel R, Nonas C, et al. Waist circumference and cardiometabolic risk. A consensus statement from shaping America’s Health: Association for weight management and obesity prevention;NAASO, The Obesity Society; the American Society for Nutrition; and the American Diabetes Association. Diab Care 2007; 30 : (6) 1647- 52.

28) Cerhan J, Moore S, Jacobs E, Kitahara C, Rosenberg P, Adami H, et al. A pooled analysis of waist circumference and mortality in 650,000 adults. Mayo Clinic Proceedings. 2014; 89: (3) 335-45.

29) Ashwell M, Gibson S. Waist to height ratio is a simple and effective obesity screening tool for cardiovascular risk factors: Analysis of data from the British national diet and nutrition survey of adults aged 19 – 64 years. Obes Facts 2009;2:97 – 103.

30) Miyatake N, Matsumoto S, Miyachi M, Fujii M, Numata T. Relationship between changes in body weight and waist circumference in Japanese. Environ Health and Prev Med. 2007; 12: 220-223.

 

Junio 1

Leave a Comment